EL TIEMPO ES DE JESUS

lunes, 2 de junio de 2014

Discurso final del Papa--Papa Francisco con 50.000 carismáticos en Roma:

Os doy las gracias por vuestra acogida. Me gusta mucho el canto “Vive, Jesús, el Señor". Cuando celebraba en Buenos Aires con la Renovación, cantábamos ese canto, que hoy ha sonado también. Me he sentido en casa.

Gracias a la Renovación Carismática por este encuentro con vosotros. Sois una corriente de gracia en la Iglesia y para la Iglesia. Habéis recibido el gran don de la diversidad de carismas al servicio de la Iglesia.

Cuando pienso en vosotros, pienso en una gran orquesta, en la que todos los instrumentos son necesarios para la armonía de la pieza musical. Nadie en la Renovación puede pensar que es más importante ni más grande que los demás. Cuando alguno de vosotros se cree más importante o más grande que los demás comienza la peste. Nadie puede decir: Yo soy el jefe'. Tenéis un solo jefe: el Señor Jesús. Repetid conmigo: ¿Quién es el jefe de la Renovación? El Señor Jesús.

En los primeros años no me gustaban mucho los carismáticos. Decía de vosotros: parecen una escuela de samba. No compartía sus nuevas formas de rezar...Después comencé a conoceros y comprendí que la Renovación es una gracia para la Iglesia.

Pocos meses antes de participar en el cónclave, fui nombrado por la conferencia episcopal asistente espiritual de la Renovación carismática en Argentina.



La Renovación es una gran fuerza al servicio del Evangelio. ¿Lleváis todavía hoy con vosotros el Nuevo Testamento? Llevad siempre en el bolsillo la Palabra de Dios. No perdáis la libertad que el Espíritu os ha dado. El peligro para la Renovación, como dice el padre Raniero, es el de la excesiva organización. No perdáis la gracia de dejar que Dios sea Dios. Que Él nos guíe, nos impulse y nos aliente...

Otro peligro es el convertirnos en controladores de la gracia de Dios. Sois dispensadores de la gracia de Dios, no controladores. No seáis aduana del Espíritu Santo.

Evangelizaciòn, ecumenismo espiritual, los pobres y acogida de los marginados y todo esto sobre la base de la adoración. El fundamento de la Renovación es adorar a Dios.
¿Qué espera el Papa de vosotros? La conversión al amor de Jesús, que cambia la vida. Compartid con todos la gracia del bautismo. Espero de vosotros una evangelización con la Palabra de Dios, anunciando que Jesús está vivo. Que deis testimonio del ecumenismo espiritual. Que permanezcáis unidos en el amor, en la oración al Espíritu.
Recordad que la Renovación se alegra de lo que el Espíritu realiza en otras iglesias.
Acercaos a los pobres y a los necesitados, para tocar, en su carne, la carne herida de Jesús.
Buscad la unidad de la Renovación, porque viene del Espíritu. Las divisiones vienen del demonio. Huid de las luchas internas. Que no las haya entre vosotros.
Recordad: adorar a Dios el Señor. Este es el fundamento. Buscad la santidad. Sed dispensadores de la gracia de Dios. Salid a las calles a a evangelizar. La Iglesia nació en salida en Pentecostés. Acercaros a los pobres y tocad la carne herida de Jesús. Dejaos guiar por el Espíritu Santo. Buscad la unidad, que viene de la Trinidad. Gracias

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